Ya advertíamos en el segundo partido en Alicante que aquí iba a ser muy difícil ver señalar a los árbitros ciertas faltas que a los verderones, lejos del CUM, parece que resultan muy fáciles de pitar. No es nuestra intención justificar el que los visitantes fueran recortando la distancia en el luminoso y mucho menos cuando los nuestros, "mono de trabajo" y todo entrega, volvieron a tomar el mando en el juego para llegar al descanso con seis puntos de ventaja: 44-38.
Poca ayuda necesitan los lucentinos para llevar el encuentro donde les gusta, y los locales, desconectados en la reanudación, ven como los jugadores visitantes dan la vuelta al resultado y llevan el marcador a un 44-51 que parece el golpe definitivo a las esperanzas verderonas. Pero, una vez más, Equipo y Afición, Afición y Equipo, se unen y dan la talla para recuperarlas y llegar al final del tercer cuarto con ese 58-57 que adelanta que todo se decidirá en un suspiro.
Y un suspiro fue ese último periodo que se plantaba en los doce segundos finales con un 75-73 y balón para Alicante. Más de mil "entrenadores" en las gradas y seguramente que a ninguno le hubiera gustado estar en el banquillo en ese momento. El caso es que a Alicante, una vez más, le sonreía la suerte desde el triple, y a Óbila le resultaba insuficiente el segundo y cuatro décimas restante para que el balón, cerca estuvo, entrara y cambiara el signo del que se acababa de convertir en el último partido de esta temporada.
Óbila 75 - Alicante 76
El Equipo finaliza cuarto en LEB Plata con su mejor balance histórico en la categoría. Llega el momento de agradecer, sin dar nombres, pues siempre corremos el riesgo de dejarnos alguno en el tintero, a todos aquellos que desde la cancha, el banquillo, los despachos y la grada, nos han permitido disfrutar una vez más del BALONCESTO en Ávila. Cada uno sabe quién es y todos sabemos quién es cada uno, que esta despedida de temporada se convierta en un hasta pronto...
¡¡¡ Siempre Óbila !!!
¡¡¡ Todos con el EQUIPO !!!
¡¡¡ Vamos Óbila !!!