sábado, 19 de mayo de 2018

Hasta pronto

Llegaba la Marea Verde al Carlos Sastre dispuesta a darlo todo, tocaba empujar al Equipo con la intención de forzar el cuarto partido de la semifinal y no era el momento de dejar guardado algo para este, pues, no nos engañemos, también sabíamos que el de ayer podía ser el último de la temporada. Y empezó el partido y Alicante, una vez más, se estrenaba desde el triple. Óbila activaba el modo bíblico para contestar con ese "ojo por ojo, diente por diente" a cada golpe visitante y, aportando la oportuna dosis de factor Óbila, salir victorioso en el festival anotador desde el arco en el que se había convertido el primer cuarto: 31-26.

Ya advertíamos en el segundo partido en Alicante que aquí iba a ser muy difícil ver señalar a los árbitros ciertas faltas que a los verderones, lejos del CUM, parece que resultan muy fáciles de pitar. No es nuestra intención justificar el que los visitantes fueran recortando la distancia en el luminoso y mucho menos cuando los nuestros, "mono de trabajo" y todo entrega, volvieron a tomar el mando en el juego para llegar al descanso con seis puntos de ventaja: 44-38.

Poca ayuda necesitan los lucentinos para llevar el encuentro donde les gusta, y los locales, desconectados en la reanudación, ven como los jugadores visitantes dan la vuelta al resultado y llevan el marcador a un 44-51 que parece el golpe definitivo a las esperanzas verderonas. Pero, una vez más, Equipo y Afición, Afición y Equipo, se unen y dan la talla para recuperarlas y llegar al final del tercer cuarto con ese 58-57 que adelanta que todo se decidirá en un suspiro.

Y un suspiro fue ese último periodo que se plantaba en los doce segundos finales con un 75-73 y balón para Alicante. Más de mil "entrenadores" en las gradas y seguramente que a ninguno le hubiera gustado estar en el banquillo en ese momento. El caso es que a Alicante, una vez más, le sonreía la suerte desde el triple, y a Óbila le resultaba insuficiente el segundo y cuatro décimas restante para que el balón, cerca estuvo, entrara y cambiara el signo del que se acababa de convertir en el último partido de esta temporada.

Óbila 75 - Alicante 76

El Equipo finaliza cuarto en LEB Plata con su mejor balance histórico en la categoría. Llega el momento de agradecer, sin dar nombres, pues siempre corremos el riesgo de dejarnos alguno en el tintero, a todos aquellos que desde la cancha, el banquillo, los despachos y la grada, nos han permitido disfrutar una vez más del BALONCESTO en Ávila. Cada uno sabe quién es y todos sabemos quién es cada uno, que esta despedida de temporada se convierta en un hasta pronto...

¡¡¡ Siempre Óbila !!!


¡¡¡ Todos con el EQUIPO !!!

¡¡¡ Vamos Óbila !!!

domingo, 13 de mayo de 2018

¡No nos rendimos!

El jueves pasado, poco después de las tres de la tarde, nos cruzábamos a la salida de Ávila con el autobús del equipo que iniciaba viaje hacia Alicante. Un momento antes conocíamos que la tarde del viernes se nos complicaba y que nos iba a ser muy difícil poder seguir el primer encuentro de la semifinal. Durante el partido tratábamos de obtener información, y nos llegaba la noticia de que, tras un primer cuarto igualado, el acierto de los jugadores locales les estaba haciendo superar el cansancio de la larga serie ante Navarra y golpeaban una y otra vez a los verderones que no fueron capaces de frenar al vendaval lucentino. El 97-61 final daba el primer punto al conjunto alicantino y parecía dejar tocado a Óbila para el segundo partido.

Difícil papeleta la de levantar el ánimo y más difícil todavía cuando en el inicio del segundo partido comprobamos que Alicante alarga su idilio con el acierto en los lanzamientos desde la distancia. Creíamos que el domingo íbamos a poder seguir el encuentro sin contratiempos, pero Canal FEB se empeña en que también este cometido nos sea difícil. En algún momento de "lucidez" en la transmisión podemos ver alguna de esas faltas que en el CUM nunca se pitan y lo fácil que resulta señalar una técnica al entrenador visitante lejos del Carlos Sastre, "granos" que se van sumando a la falta de acierto de los nuestros y "hacen granero" en una lucha que se encamina al 2-0. Con 36-18 en el marcador conseguimos recuperar la señal y coincide con los mejores momentos en la defensa verderona que, con un poco más de acierto, hubieran podido alargar el 0-10 que les había acercado en el luminoso (36-28). Volvemos a perder la imagen y cuando la recuperamos es para ver como se alcanza el tiempo de descanso con un 45-32 favorable a los alicantinos y para comprobar como los nuestros, a pesar del resultado, se retiran dispuestos a recuperar el "factor Óbila" tras el paso por los vestuarios.


Los porcentajes al descanso marcan la clave y nos preparamos para seguir el resto del encuentro con la esperanza de que los verderones consigan voltear el marcador. No nos defraudan los nuestros y van recortando distancia (47-43). Una pena que la transmisión vía Canal FEB sí que nos haga perder la esperanza de poder ver el desarrollo del juego. Nos las ingeniamos para recibir la información de que el "factor Óbila" ha hecho acto de presencia y el conjunto abulense logra igualar el partido (50-50). Trabajan los locales para llegar al cuarto final con ventaja y todo queda abierto para los últimos diez minutos: 54-50.

Unos minutos que avanzan y en los que ninguno de los dos equipos ve aro hasta que Lucentum vuelve a entonarse desde el arco, anotando dos triples que elevan la diferencia a los diez puntos (60-50). La falta de acierto en este acto final penalizó a un Óbila que, pese al 72-58 final, volvió a recuperar sensaciones de cara al partido del próximo viernes para el que ¡no nos rendimos!

¡¡¡ Todos con el EQUIPO !!!

¡¡¡ Vamos Óbila !!!


viernes, 4 de mayo de 2018

3-0 y a la semifinal

Óbila no ha desaprovechado la primera oportunidad para lograr el pase a la siguiente ronda del playoff. Sabíamos que la cosa no iba a ser nada fácil y, tanto los componentes de la Marea Verde desplazados a Morón, como la red verderona que no conseguía ver las imágenes a través de Canal FEB, comenzábamos a ponernos nerviosos cuando en el final del primer cuarto, y por fin ya con señal televisiva, los locales empezaban a poner tierra de por medio.


Aparecía entonces la mejor versión defensiva de Óbila. Los verderones ahogaban el ataque del conjunto sevillano que veía en más de una ocasión como se le agotaba la posesión sin tener opciones de lanzamiento. Los nuestros limaban poco a poco la diferencia y, como pedía Sergio en la previa, mantenían sus opciones intactas al llegar al descanso.


Volvió más enchufado Morón tras el paso por los vestuarios y, aprovechando algún despiste verderón, elevaba la diferencia por encima de los diez puntos y comenzaba a ver en el horizonte la posibilidad de forzar un cuarto partido. Pero ya sabemos como se las gastan los jugadores del conjunto abulense, "mono de trabajo" y pasito a pasito para dejar las cosas tal y como estaban al finalizar el tercer periodo: 53-50.

Si el pasado domingo la taquicardia afectaba al CUM, hoy, en el último cuarto, se apodera de unos y otros en el pabellón Alameda y allí donde cada corazón verderón empuja incondicionalmente al EQUIPO. El infarto ronda cuando con 17 segundos de posesión, poco más de 20 para el final del partido y empate a 65 en el luminoso, un pie que se escapa de la cancha dejará a los locales con casi nueve segundos para forzar un partido más. Un ex, José Alberto Jiménez, comete pasos y nos deja dos segundos y cuatro décimas para intentar la victoria con la prórroga, como mal menor ya asegurada. Y la pizarra vuelve a funcionar una vez más, el balón vuela y Óbila consigue el 3-0 en la eliminatoria y podrá descansar a la espera de rival para el próximo viernes.



Vemos en Canal FEB como los jugadores ruedan por el suelo y se abrazan. La Marea Verde levanta los brazos sabiendo que, como siempre, ellos volverán a aplicar el factor Óbila y nosotros estaremos... 

¡¡¡ Todos con el EQUIPO !!!

¡¡¡ Vamos Óbila !!!