El fortín 2.0

Llegaba Lucentum, imbatido, con la intención de asaltar el Carlos Sastre y calentaba sobre la pista mientras la afición verderona iba tomando posiciones en la grada. Comienza el partido y las intenciones alicantinas quedan claras, apuran al máximo la posesión, defienden fuerte, incluso demasiado fuerte y pelean cada balón hasta el final. En una de esas "peleas" Mike Young sufre un fuerte golpe que le deja fuera del partido (esperemos que pueda recuperarse lo antes posible). En ese intercambio de "golpes" fue Óbila el conjunto que llegó a alcanzar la primera ventaja significativa (14-9 a falta de dos minutos para el final del primer parcial), aunque los visitantes consiguieron enjugar la diferencia y cerrar el cuarto con tablas en el luminoso: 16-16.

La tónica se mantiene en los primeros minutos del segundo cuarto, Lucentum apuesta claramente por un resultado "corto" y Óbila, con un gran trabajo de equipo a nivel defensivo, no pierde el tipo y se adapta al ritmo de juego. Casi han transcurrido siete minutos y el resultado, 23-23, es el reflejo de la batalla táctica que se está produciendo en la cancha. Un triple de Nikolic enciende a una grada que ya se estaba calentando con algunas decisiones arbitrales que consideraba erróneas. De ahí, hasta el descanso, Óbila volvió a recuperar los cinco puntos de ventaja y los jugadores se fueron al vestuario con un resultado de 30-25.

En la reanudación los locales siguen creciendo en defensa (Sebirumbi se hace dueño de la pintura, Toledo tapona para frenar los ataques visitantes...) y no descuida el aspecto ofensivo, anotando Marzo un triple que, cuando van transcurridos cuatro minutos, aumenta la ventaja de los verderones (+10, 37-27). Avanza el cuarto y son ahora los lucentinos los que aprietan y fuerzan a sus rivales a agotar la posesión infructuosamente en un par de ocasiones. Los visitantes obtienen su recompensa y recortan la distancia para cerrar el cuarto con un resultado de 41-37 que deja todo abierto para el acto final.

Comienza el último cuarto y son los locales los que, con cuatro minutos impecables a nivel defensivo, consiguen romper el encuentro. Lobo, Marzo, Nikolic... se encargan de hacer valer este trabajo y golpean el aro rival para poner el 50-37 en el luminoso. Los alicantinos se ven superados y parece que tiran la toalla. A falta de dos minutos para la bocina Óbila alcanza los veinte puntos de diferencia, 58-38, con un parcial de 17-1 en lo que va de cuarto y con la afición completamente rendida ante el gran trabajo de los jugadores. Rendido también concluyó Lucentum y, a pesar de que se mantiene como el equipo que menos puntos recibe (60 puntos hoy, por debajo de la media de 63 por partido con la que afrontaba el encuentro), tuvo que doblar la rodilla ante un Óbila que le dejó en solo 44 puntos.

Óbila 60 - Lucentum 44

Las estadísticas de la imagen anterior hablan por sí solas, Óbila ha sido superior a Lucentum en todos los aspectos del juego y los jugadores verderones continúan trabajando de manera que, con la ayuda de la Marea Verde, están consiguiendo volver a transformar en fortaleza el CUM Carlos Sastre. El fortín 2.0 ya está aquí y, entre todos, trataremos de conseguir que la imagen de satisfacción en el vestuario tras el partido de hoy se repita continuadamente...

¡¡¡ Vamos Óbila !!!