sábado, 7 de mayo de 2016

Mañana será otro día

Hoy toca dejar a un lado la emoción (ese curioso sentimiento por el que se mueve gran parte de la afición) y tirar de razón (esa capacidad que tienen los estudiosos del baloncesto para establecer como lógico o sorprendente cualquier resultado en función de las expectativas previas de cada encuentro), así que partamos de la base de que el resultado de ayer está dentro de la lógica ya que Óbila llegaba más cansado al primer encuentro de la final y, además, Araberri esperaba asentado en su condición de equipo más anotador de toda la temporada. Ya lo fue en la fase regular, promediando casi 82 puntos por encuentro, y lo está volviendo a ser en los play-offs, superando los 78 puntos de media en los siete partidos disputados entre los cuartos y la semifinal.

Durante esta fase final, los vitorianos han apuntalado su capacidad anotadora en un sobresaliente juego ofensivo que les ha llevado a generar una media de 63 tiros de campo por cada partido (hasta en ¡73! ocasiones llegaron a lanzar en el primer partido de cuartos) consiguiendo convertir una media de 28 lanzamientos por enfrentamiento (un notable 48% de acierto). Con todo ello, la consigna verderona estaba ayer muy clara, apretar al máximo en defensa tratando de minimizar los lanzamientos del rival.
La primera parte del plan defensivo funcionó, la emoción no nos deja verlo, pero los números así lo atestiguan. Araberri "solo" lanzó en 47 ocasiones (16 menos de que la que venía siendo su media en estos play-offs)... pero la segunda parte, por contra, nos dejó un poco fríos, tanto como lo suelen ser los números; una vez conseguido reducir el número de lanzamientos, no se pudo evitar el elevado nivel de acierto en los mismos, el cansancio encogió la mano de los nuestros que no pudieron evitar un sobresaliente porcentaje de los locales (55,3% en tiros de campo y hasta un 63,6% en triples).

Con la primera parte del plan defensivo funcionando y la segunda haciendo agua, tocaba multiplicarse en el aspecto ofensivo. Óbila no presentaba las mismas credenciales que sus rivales. Una media de 71 puntos por partido en la liga regular y de 68 en los disputados de fase final, obligaba a los verderones a afinar al máximo la puntería. En los siete partidos previos disputados durante el play-off, los nuestros habían alcanzado una media del 40% de acierto, había que aumentar esa cifra todo lo posible. Pero no era el día, la mano encogida en el plano defensivo se tornó en muñeca fría en el ataque y los errores(/mala suerte) condenaron a los nuestros a un escaso 35% que no sirvió para acercarse a los guarismos de Araberri.


Totales por equipo, primer partido de la final. Imagen http://www.lebplata.es/

Los números (la razón) del primer partido de la final, como ya hemos dicho, nos han dejado un poco fríos, pero será muy difícil que se repitan, esto es baloncesto y en un instante todo cambia. Mañana aparcaremos de nuevo la razón y regresaremos a la emoción, la Marea Verde está con el Equipo, solo llegan hasta aquí los que se lo merecen y nuestros Jugadores lo tienen bien merecido. Mañana será otro día...


¡¡¡ Sí se Puede !!!


¡¡¡ Vamos Óbila !!!



3 comentarios:

  1. La verdad es que ayer no entraba nada y a ellos todo, si comparáis los números de ayer con los del primer partido contra Granada comprobaréis que tanto un día como el otro la clave estuvo en el acierto. Ni entonces éramos tan buenos, ni ayer fuimos tan malos, lo importante es seguir luchando y dando la cara, la suerte cambiará y esto va a ser largo. El viernes hay que llenar el pabellón pase lo que pase mañana, aunque yo confío en que con un poco más de acierto podemos traernos el 1-1 y jugárnoslo todo en casa.

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    1. Granada pagó muy cara su falta de acierto en los dos partidos, hay que ponerse las pilas

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